Siempre es recomendable una dirección de obra acústica, pero además se convierte en imprescindible cuando las instalaciones acústicas son realizadas por personal no especializado.
Los aspectos a cubrir son:
- Estudio del proyecto constructivo para la detección de posibles errores.
- Supervisión en la elección de los materiales a emplear.
- Visitas técnicas a obra.
- Formación del personal de montaje no especializado.
- Soporte técnico en la resolución de problemas en obra y detalles constructivos complejos.
- Integración de elementos NO definidos en el aislamiento acústico. Resolución de problemas e incompatibilidades de soluciones y/o materiales.